acaricio la marca del grillete
ensangrentado
al que nombraba como amor
era el tiempo del desamparo
del extravío
aquella vasta soledad
(tal vez/
loca)
me declaro libérrima
insurrrecta
coso mi boca para jamás
pronunciar (otra vez)
la palabra
que convoca todos los grilletes
todas las jaulas.
M. Ostrova